Con la intención de lograr revertir situaciones perjudiciales, pueden llevarse a cabo una serie de actividades o actitudes sencillas que aporten grandes beneficios en la vida cotidiana.
Por un lado, mejorar nuestra respiración siendo conscientes de ella puede ser un buen comienzo. Al practicar algún tipo de meditación, salir a pasear o al realizar otras actividades deportivas, el hecho de atender este aspecto nos ayudará a relajarnos, concentrarnos y tener mayor percepción de nuestro cuerpo y del ambiente.
Por otro lado, ordenar nuestro entorno inmediato, es decir, el hogar, el lugar de trabajo, etc, puede ser de gran ayuda para rebajar tensiones y por consiguiente el estrés, de manera que nuestra productividad y eficiencia se verán altamente beneficiadas.
No obstante, también es importante dormir lo necesario y aprender a relajarse. En muchas ocasiones, una vida ajetreada mantenida en el tiempo bloquea y desgasta demasiado el Qi, lo que lleva a buscar irremediablemente el reequilibrio del mismo. Mediante el descanso y los momentos de esparcimiento puede contrarrestarse eficazmente gran parte de esta situación.
No menos necesario es cuidar la alimentación comiendo productos de temporada, libres de químicos y huyendo de los excesos, lo que aportará sin duda mejoras tangibles al organismo, sin olvidar la toma de alguna tisana relajante en los momentos que fuese preciso.
A todo lo mencionado, cabe añadir el indudable buen resultado que supone la aplicación de la Medicina Tradicional China; con la acupuntura como estandarte y otras técnicas y recursos como las ventosas, la moxa o las plantas medicinales equilibrar el Qi está a nuestro alcance.
A todo lo mencionado, cabe añadir el indudable buen resultado que supone la aplicación de la Medicina Tradicional China; con la acupuntura como estandarte y otras técnicas y recursos como las ventosas, la moxa o las plantas medicinales equilibrar el Qi está a nuestro alcance.
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